Pero lo que tengo que decir es muy importante, por eso aprovecho –aún a riesgo de mi propia precariedad laboral- cualquier descuido de mi capataz para aflojarme un poco estos pesados grilletes que me mantienen uncido al yugo informático para escapar de esta infernal galera en la que remo, junto a otros “afortunados”, durante jornadas maratonianas de 8 a 9 horas al ritmo cansino que nos marca un capataz algo paranoide, quizá esquizofrénico, un enfermo de nuestro siglo sin duda.
¿Qué tenía que decir? Ah, lo sé, lo tengo todo aquí en mi mente. Mientras nuestros gobernantes se centran en excavar las fosas para recuperar los restos perdidos de los fusilados durante la última guerra, mientras nuestros gobernantes se lanzan de lleno en una “cruzada” laicista contra la presencia de los crucifijos en las escuelas (cruzada rancia, proclamo, ¿se le están agotando las cortinas de humo a los sociatas?), mientras el Gobierno gasta y dilapida con la “coartada” de incrementar gasto público que eso genera empleo (por ejemplo el grafitero Barceló que cobró una millonada por un pastiche en el techo), mientras ellos se centran en resolver todos esos problemas… En Manueconomic trabajamos para salir de la crisis. Y lo hacemos GRATIS, sólo nos guía el amor al prójimo y la puta vanidad de todos los días.
He leído un correo con una reflexión que nos llega –como no- de EE.UU.
La reflexión que hace este hombre es muy simple: El gobierno pone 800.000 millones de ayuda financiera para los Bancos en crisis (y acaba de gastarse 350.000 de una tacada con el Citigroup), y sin tener en cuenta a lo aportado por los demás países, sólo con lo que pone el Gobierno americano encima de la mesa, habría para repartir 126 millones de dólares entre TODOS LOS HABITANTES DEL PLANETA.
126 millones de dólares para cada uno de los 6.325 millones de habitantes del planeta.
Paren las máquinas, que al final parece que no hay tal crisis o que al menos no es la que nos quieren hacer creer.
Supongamos que Obama lo primero que hace al jurar el cargo es repartir todo ese dinero (bueno Bush ya se gastó la mitad, habrá que recurrir sólo a 400.000 millones) entre TODOS los habitantes del mundo. La mitad de 126 millones serían 63 millones de dólares. 63 millones para todos los niños, bebés incluidos. Es decir, una madre rumana con 8 churumbeles se puede llevar 567 millones del ala.
Se podría repartir ese dinero entre toda la población y sólo lo lamentaría un par de banqueros de Ohio, eso es todo.
¿Pero cuáles serían las consecuencias si todos tuviésemos tanta pasta?
Interesante enigma que me temo acabará en una cruel y triste paradoja.
Yo lo primero que haría sería intentar comprar acciones de Repsol para hacerme tan rico como un socialista de esos, pero el resultado sería otro, la cotización de las acciones se dispararía hacia el infinito pues todos querrían hacer lo mismo.
¿Y qué me decís de ese palacete al lado de la carretera que todos juramos comprar el día que nos tocara la lotería? De costar 3 millones de euros, antes del reparto, su precio real se dispararía hacia los 66 millones como mínimo.
¿Quién se levantaría a las 4 de la mañana para ir a la panadería a tostar el pan teniendo 63 millones de dólares en el bolsillo? Habría que subirle el sueldo al héroe que quisiera hacerlo. ¿Y para bajar a la mina? ¿Merece la pena seguir trabajando?
Pienso, a bote pronto, que el mundo entero se colapsaría en un primer momento, para luego asistir horrorizados a un desplome brusco de todos los bienes de primera necesidad. Habría hambre y el dinero no sería capaz de solucionarlo.
Así hasta que la subida de los precios volviera a poner las cosas en su sitio.
Y esta es la –a mi entender- terrible paradoja, que para que el mundo funcione tiene que haber gente necesitada, la precariedad es lo que mueve la economía mundial y es la que consigue que los ricos podamos vivir de puta madre. Si todos fuésemos ricos viviríamos como mendigos.
Visto lo cual, ¡menos mal que los 800.000 millones se lo van a repartir entre los 7 u 8 listos de siempre! ¡Nos han salvado del caos!
Coño, y yo iba a escribir hoy sobre algo más importante pero se me ha ido la olla y eso es lo que pasa cuando remas en una galera a golpe de latigazo, que se te van las ideas.
Yo en realidad quería hablar de los estafadores. No, no me refiero a la SGAE, a esa chusma fraudulenta e injustamente millonaria ya la ha calado toda la sociedad y no es preciso detallar nada más, roban con apoyo del Estado pero ROBAN (así es como se dice en mi país cuando te quitan dinero a cambio de NADA). No, me refiero a MBNA, ¡vaya pandilla de mandantes! Por eso voy a titular este post así: MBNA la tarjeta trampa. Y es que estos cochinos me han enviado otra tarjeta en sustitución de la caducada. Me han llamado con 2 cojones para saber si la había recibido y “animarme” a activarla. Ya le expliqué a la pobre chica (seguro que es pobre, porque estos filibusteros seguro que pagan mal a sus empleados, según me comenta un anónimo ni siquiera tienen contrato) que MBNA ME DEBE 26 EUROS MAS INTERESES y que prefiero cobrármelos poniéndolos a caldo que es más divertido y me hace más ilusión que los cochinos 26 euros , que por cierto ¿qué será de ellos? Seguro que ya han crecido y se han convertido en 126 euros gracias a las artimañas de estos americanos tramposos. MBNA utiliza la mentira para captar empleados y clientes. Ahí queda eso, me he quedado más a gustito.
Pero no me paro ahí, no, voy a crear una asociación de damnificados por estos granujas.
Si quieres apuntarte o tienes alguna historia referida a estos impresentables escribe a nuestra dirección web:
manueconomic@lacomunidadelvino.com
Anímate, quitar crucifijos es aburrido, excavar la tierra buscando fosas es un puto rollo, pero poner en su sitio a unos delincuentes bancarios es una experiencia exquisita, ¡afíliate ya!