lunes, 27 de octubre de 2008

El Ministerio de la Vivienda ataca de nuevo

El ministerio de la vivienda vuelve a la carga con el dinero de todos para tratar de resolver el problema de los vendedores de pisos. Ahora el Estado le echa una mano a las inmobiliarias, que hoy pasan sus días más grises porque no logran cerrar ni una operación en el mercado, con la coartada hipócrita de construir 20.000 pisos VOP, ¡pero si ya sobran 900.000 pisos! Es el colmo de la hipocresía, el Estado (con 300 MILLONES de nuestro dinero) va a comprar a algunas inmobiliarias un activo que se encuentra en proceso de depreciación por clara falta de demanda, lo compra para que el empresario gane dinero, y usa la absurda disculpa de que es para construir 20.000 viviendas "para los pobres" que eso queda muy socialista, pero lamentablemente sólo es literatura.

Vivimos una crisis de consumo brutal y el Estado dilapida el dinero público al comprar a precio artificial activos devaluados de Bancos e Inmobiliarias ¿Alguien duda a estas alturas quién manda realmente en este país?

Lo lamentable es que NO EXISTE OPOSICION, todos los partidos parecen encantados con estas medidas tan regresivas y tan caras para la salud económica del país. En este sentido me gustaba más cuando gobernaba el PP, cometía las mismas arbitrariedades que el PSOE pero al menos tenía una oposición enfrente y la gente se lanzaba a la calle a protestar y esas cosas, pero ahora todos parecen empastillados con trankimazines, no hay plataformas cívicas en la calle, no hay prensa crítica con el régimen "neo inmobiliario capitalista con fachada progresista" que nos domina y nos arruina. Todos callan.
¿Dónde está la labor científica y crítica de las universidades? Yacen narcotizadas conectadas permanentemente a las subvenciones públicas que las mantienen artificialmente con vida, incapaces de ofrecer ni una alternativa digna de atraer la financiación de las empresas privadas. ¡Viva el dinero público!, al final un 75% lo ponemos los 15 millones de currantes de a pié, el resto... disfrutan y no pagan.

Y ahora la ministra se suelta con que también va a subvencionar la compra de pisos para las familias que ingresan rentas hasta 3.618 euros al mes. POR EL AMOR DE DIOS, ¿¿¿NECESITA SUBVENCIÓN UNA FAMILIA QUE INGRESA 3.618 EUROS AL MES??? A no ser que tengan quintillizos, no lo veo.
Y mientras la cacareada Ley de Dependencia languidece mortecina por falta de fondos y de medios (prometer y no dar a tontos ha de contentar, dice un refrán). La S.S. aumenta cada día su déficit y ya avanzan que no podrá hacerse cargo de las prestaciones para desempleados a partir de agosto de 2009. El gobierno está haciendo lo que ya avancé hace un año que iba a hacer: arruinar el país y llevarlo a la quiebra. Pero por el camino salvarán a un nutrido grupo de amiguetes banqueros e inmobiliarios.
A la postre los socialistas aspiran a llenar el país de proletarios mermando todo lo posible las dimensiones de la clase media (núcleo tradicional del centro-derecha), por que al fin y al cabo los partidos políticos sólo persiguen un objetivo: perpetuarse en el poder.

Iba a cerrar el post sin más pero observo: no hay sinceridad de expresión en España. Sí libertad hay mucha pero lo que es sinceridad creo que no existe. Todo el mundo (sobre todo los que no viven subyugados a un proceso mental de un partido de izquierdas) siente pudor en expresar sus ideas. Pero este no es un tema para desahogarse sino para reflexionar, así que ahí lo dejo.

Reflexionemos y actuemos en consecuencia.

lunes, 20 de octubre de 2008

EL CRAC DEL 2008 (3ª) -que vergüenza lo del G-20-

¡La que nos viene encima! No tenemos ni puñetera idea de la espeluznante calamidad que se avecina. Los 4 jinetes de la Apocalipsis son unos muertos de hambre al lado de los macarras bancarios que acechan nuestro status económico y nuestra vida tal y cómo la conocíamos hasta ahora.
Y sin embargo existe todavía un pequeño hilo de esperanza. Ayer, dándole vueltas a la crisis me di cuenta de un factor que paradojicamente nos diferencia de las crisis en Inglaterra, Islandia, EEUU o el mismísimo Japón en el 96: los precios inmobiliarios no se han desplomado, como mucho han bajado un ligero 5% en algunas ciudades.
En todos los demás casos el detonante de las crisis ha tenido su origen en la bajada de precios de los inmuebles, entre un 10 y un 25%.
En España eso no ha sucedido. ¿Por qué?

A esa pregunta respondo yo: porque todo el esfuerzo fiscal y económico del Gobierno está centrado en esa dirección. Somos el único país con un ministerio dedicado exclusivamente a mantener los precios de la vivienda en alza (entorno al nivel de la inflación según manifestaba Beatriz Corredor hace menos de 6 meses). Para evitar que una sobreventa de pisos vacios diera al traste con el precio del mercado el Gobierno incentivó, como nunca antes se había hecho en todo el mundo, el alquiler de los mismos para sacarlos del mercado de compra-venta.


Por el lado de los promotores mantener el precio ("antes se lo regalo a los Bancos...") les ha sido relativamente fácil toda vez que gracias a los expléndidos beneficios obtenidos hasta la fecha , mantienen una caja de resitencia más que envidiable (en algún sitio tenían que andar los 50.000.000 billetes de 500 euros opacos al fisco)

España se mantiene a salvo de la crisis por un tiempo, y este lapso de tiempo que estamos arañando a la crisis vale su peso en oro. Como siempre los sacrificados serán los paganinis del IRPF, la clase media, una especie en peligro extinción por mor de la excesiva tensión inflacionista y la rigidez salarial. El coste de la deuda familiar crece, los precios crecen, los alquileres (un servicio de lujo para el fisco, ¡ay que joderse!) crecen imparables, la renta cae, y eso si no se va al paro que si no entonces...

En fin, que mi triste vaticinio es que conseguiremos evitar la guadaña de la crisis pero pagando un horrendo peaje: el sacrificio del bienestar de miles de familias medias.

Y mientras nuestro presidente (¡¡qué puta vergüenza!!) mendigando desesperadamente un puesto en la foto del G-20, y digo en la foto porque para lo que iba a hablar...

¡Hasta Argentina está invitada! ¡Vaya humillación del carajo! ¡qué vergüenza, que puta vergüenza! Por favor señor Presidente, deje de provocar vergüenza ajena y afronte el feo con dignidad, finja que no le importa, que nosotros solos nos bastamos, que con nuestros amigos venezolanos, cubanos y marroquies nos llega de sobra, que Obama lo arreglará todo cuando llegue a la casa blanca y volveremos a ser amigos, ¡diga eso señor Presidente! y todos nos daremos por satisfechos (bueno al menos yo que he jurado votarle todas las veces que se presente hasta que se jodan todos los que le votaron las 2 primeras veces)

martes, 14 de octubre de 2008

El CRAC DEL 2008 (2ª)

A ver si me aclaro, ósea que los Bancos no se fían unos de los otros y por eso no se prestan dinero y por eso no hay liquidez en el mercado financiero y de ahí que la economía sucumba mustia ante semejante pertinaz sequía.

A ver si me aclaro, si yo pido un préstamo al Banco para comprar una bici, el Banco me da el préstamo sin rechistar. Pero si pido, por ejemplo, 500.000 eurotes para comprar un piso de mierda el Banco no me lo daría. Y yo entendería perfectamente que el Banco no se fiara de mi pues ya les adelanto que, hoy por hoy (los altos cargos de la Administración tenemos congelados los sueldos, je, je, ya se sabe…) no me siento con ganas de pagar un préstamo de semejante calibre (más que nada por desidia). Y el Banco haría muy bien en no fiarse de mi.

Volvamos a la realidad: González no se fía de Botín. Aclaremos esto porque tiene su miga: los señores del BBVA representados por González no creen que Botín sea capaz de devolver el préstamo. ¡Olé sus huevos!

Digo yo que si no se fía de mi vale, pero no fiarse de Botín… ¡algo traman!
Pero no pasa nada, el pueblo llano y humilde, empujando a sus representantes, se ha plantado serio y responsable a las puertas de los Bancos Comerciales con un gesto de solidaridad que no se recordaba desde los tiempos del Prestige (aquel famoso petrolero que hundió Rajoy en las costas de Galicia y que luego militantes del PP tiroteaban a los voluntarios desde los tejados). Todos a una impartimos una lección magistral de solidaridad a los banqueros. Ellos no se fían pero el pueblo si.
-“fiat!”, avalamos las operaciones crediticias.

¿Entonces? ¿Había dinero pero no lo querían prestar? ¡Aaah! Coño, eso era fácil.

Entonces no se trataba del vicioso dinero bancario supurando las cuentas de activo del Banco, los banqueros españoles no son tan chapuzas, provisionan sus préstamos, tienenlas cuentas claras y en orden.

Tampoco se trataba de los 25.000 millones de euros circulando en negro por los sótanos y alcantarillas de nuestras comunidades. En España circulan más de 50 millones de billetes de 500 en negro. Repito: hay 50.000.000 billetes de 500 euros ocultos en las casas de algunos de nosotros. Hagamos una campaña para intentar localizarlos a todos. Empiezo por mi casa: ¡agua! no hay nada, ¡coño! es que ni en mi casa ni en el Banesto, ni en la Caixa… ¿¡Quién tiene esos cochinos billetes!?

Si no se trata ahora de perseguir a nadie, que los asalariados nos bastamos solitos para sostener el 75% de la recaudación del IRPF, si nos da igual que los demás no paguen y disfruten de todas las becas, subvenciones, ayudas, VPOs, etc… Si no se trata de eso queridos delincuentes, se trata de salvar a la Banca… ¡Pero no!, otra vez me olvido que el problema de la Banca es la desconfianza no la liquidez, I sorry!

El fin justifica los medios, ganarán los de siempre pero evitaremos peores consecuencias para los demás, ¡no está mal!

Estoy cansado, he leído en Internet algo de la Teoría Creacionista, ¡no me convence! Pero los cientificistas de la evolución tampoco me parecen fiables. Ya no le doy crédito a ninguno, pero no porque me haya quedado sin fe, simplemente es que ya no me fío.

martes, 7 de octubre de 2008

EL CRAC DEL 2008

Ni en mis peores predicciones podía haberme imaginado la catástrofe que se avecina. Era algo natural, algo presentido pero que todos imaginábamos objeto de sensatez y control por parte de sus actores.

Desde Manueconomic siempre nos hemos esforzado por tratar los temas económicos de alta envergadura desde una perspectiva y óptica popular, al nivel de la calle si se prefiere (aunque ya nadie frecuente la calle como se hacía antes). Vamos a intentar explicar la actual situación, cómo ha derivado en la actual crisis financiera y qué puede ocurrir a partir de ahora.

Olvidaos de toda la literatura que se ha vertido hasta ahora sobre el tema, volvamos al principio de este asunto, a principios de la actual década. Por aquel entonces el BCE había bajado los tipos de interés a un nivel nunca visto lo que generó un aluvión de demanda de créditos. De entre todas las razones para pedir créditos (consumo, vivienda, inversión, etc) surgió una con una fuerza inusitada: ESPECULACIÓN. Se trataba de comprar con dinero prestado bienes o valores que rápidamente se vendían generando cuantiosas plusvalías tras la amortización del respectivo préstamo.

Este aluvión de préstamos se daba por igual tanto en Europa como en USA, pero en Spain alcanzó una magnitud sin precedentes toda vez que a falta de otros recursos en qué invertir y con una demanda super incentivada económicamente (mediante subvenciones directas y desgravaciones fiscales) desde el Gobierno se dieron las condiciones ideales para que “nuestros amigos” especuladores obtuviesen fácil financiación para tratar de acaparar la máxima producción de suelo e inmuebles posible con ánimo de revender a mayor precio.

En este sentido los préstamos baratos actuaban en las dos direcciones empujando el precio hacia arriba: por un lado suministrando crédito al intermediario y por otro insuflando crédito al comprador. Por si fuera poco, papá Estado arrimaba más el hombro a costa del resto de los contribuyentes a fin de que el consumidor final pudiera hacer el esfuerzo necesario para alcanzar el precio impuesto por el intermediario (en la mayoría de los casos un sujeto que defrauda a Hacienda y que mantiene grandes cantidades de billetes de 500 euros en el sótano de su casa, pero ese es otro tema).

Bien, la historia que acabamos de relatar es sin duda muy conocida para todos los habituales y todo el mundo se la sabe y hasta el sagaz Insulae lo asume así.
Sin embargo quiero reflexionar en voz alta sobre una duda que a mi personalmente me acomplejaba durante los años de bonanza generados por este sistema (auge de la construcción –cuya mayoría de pisos están vacios porque sólo se construían para vender no para habitar-, crecimiento del empleo, PIB, etc, etc), una duda que reconozco me avergonzaba no poder contestar y que ahora, y sólo ahora, a la vista como se están desarrollando los acontecimientos, comprendo no haber resuelto en su momento.

Mi duda era la siguiente: en la Facultad de Económicas de Königsberg nos explicaban –inocentemente, pienso ahora- que los Bancos prestaban dinero a un interés determinado, pero que si aumentaba la demanda la consecuente escasez de dinero obligaba a los Bancos a subir el precio del dinero. En épocas de escasez de dinero el precio del dinero tiende a subir, exactamente igual que ocurriría con cualquier producto (petróleo, naranjas, peras, ladrillos, etc). Así surgía mi duda, ¿cómo era posible que ante semejante aluvión de préstamos, semejante avalancha de dinero en circulación, los Bancos sigan facilitando préstamos ilimitados AL MISMO TIPO DE INTERES, como si el dinero fuera infinito (a lo mejor existe alguna teoría de cuerdas espaciales que pueda aclarar este enigma). No me parecía racional y sin embargo ¡FUNCIONABA ASÍ EN TODO EL MUNDO! Algo tenía que ir mal
Quien piense que una bajada de tipos arreglaría las cosas va listo, esta crisis tiene su origen en el mantenimiento de unos tipos rígidamente bajos al margen de la demanda del mercado, era notorio que tarde o temprano este sistema iba a entrar en crisis, el circuito ha dejado de funcionar y se ha producido una fuga importante de fondos hacia… otro destino (¿en China, Kuwait, Iraq quizá?)
Y ahora todos tranquilos, nuestros ministros de economía se reunen en corrillo murmurando y de vez en cuando alguno levanta la cabeza del corro y dirigiéndose hacia los de su país les grita: “¡Tranquilos, que todo va bien, que todo se va a solucionar!”
El otro grita: “¡Por favor, que no cunda el pánico, y sobre todo que nadie saque sus ahorros del Banco!”
Por si fuera poco nuestro Presidente (un líder que no reconoció el tsunami hasta que no se encontró flotando entre sus aguas) se reúne en secreto con los presidentes de la Banca (a la postre: Botín y unos cuántos amigos e hijos suyos) para recibir instrucciones sobre cómo fundir en ayudas al gremio lo poco que queda en la caja del Estado, y sale la Vicepresidenta con ese aire de humildad que la caracteriza a tranquilizarnos a todos:
“Los españoles pueden estar seguros que el Gobierno garantizará sus ahorros”
Claro ella es una mítica experta en auditoria fiscal y financiera, seguro que habla con conocimiento de causa.
A mi me da miedo esta situación. Me recuerda al paciente que va a entrar en el quirófano para una operación muy grave y ve cómo antes de entrar se reúnen los cirujanos en un corrillo murmurando y de vez en cuando uno levanta la cabeza y le dice:
“¡Tranquilo, que todo va a ir bien!”. Después la levanta el anestesista y le dice:
“¡No pasa nada, tranquilo, pero sobre todo no se le ocurra levantarse, quédese quieto ahí que ahora vamos!”. Y para terminar de cagarla aparece la señora de la limpieza con una fregona en la mano y le dice al enfermo: “Puedes tener la seguridad que en este hospital van a intentar todo para que no te mueras”

¿Quién no saldría corriendo?

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