Financiación de la tv pública ¡QUE SUFRAGUEN ELLOS!

Sí, ellos, los que irrumpen en las peluquerías atraídos por la música de un transistor, los que detienen autobuses para ver si llevan televisores, los que graban secretamente en las bodas. Sí, esos mismos que asaltan a una madre angustiada por la vida de su hijo para amenazarla con hundir su única tabla de salvación, esos mismos, esos hijos de puta, esos SGAE de mierda, ¡qué paguen ellos!

Ahora resulta que para sufragar los fastuosos gastos de la caprichosa y cuestionable TV pública, el Gobierno pretende implantar un canon a los operadores de telecomunicaciones (mucho les gusta a los socialistos generar cánones indiscriminados). Así que ahora, entre todos los paganinis de esta península que ya es una estercolera, y que aprovecho para subrayar, una vez más, que España ya no existe como tal, así que dejen extinguirse en paz a esta antigua y noble cuna y patria de héroes y santos, ¡coño!. Entre todos los paganinis de este país, decía, debemos pagar otro canon más para mantener el esperpento de una tv pública, verdadero lupanar para príncipes.

Y digo yo, ¿por qué no lo paga la SGAE? (sí, sí, me refiero a los sinvergüenzas esos que van de artistas y no son más que una ralea de mangantes con mucha caradura)
Ellos son los que sacan tajada de la Tv pública, ellos cobran sustanciosos dividendos por la emisión de programas chorras, ellos son los que protagonizan la mitad de las “películas” basura que emite esa cadena por imperativo legal (¡viva la cultura libre e independiente!), ¡qué paguen ellos que son los que se benefician!
Pero cobrarme a mi que no la veo NUNCA. ¡es el colmo!

Pero ya tragamos con la infamia del canon digital, así que también tragaremos con esta basura.

Pero cómo ya dije antes: esto no es España, ni de coña. Si esto fuese España de verdad aquí se habría armado la marimorena. ¡Tiempos aquellos del Marqués de Esquilache! ¿Cuál había sido el motivo de aquella sublevación popular? Dicen que fue por una orden ministerial que ordenaba recortar los sombreros y las capas para evitar que nadie ocultase su rostro por las calles (algo que estaba de moda en aquellos tiempos, es cómo si ahora te obligan a poner una foto real y reconocible en el feisbuk). Y la que armó aquel pueblo honrado y valiente para defender sus derechos individuales.

¿Qué fue de las revueltas irmandiñas contra los abusos de una clase señorial que hacía de la justicia un saco de injurias y desfachateces obscenas? Todavía humean las ruinas de aquellos pétreos castillos con sus siniestras mazmorras.

¿Cómo reaccionó el pueblo cuando vio el suelo patrio pisoteado por las tropas napoleónicas? Nunca en la historia de una nación un pueblo desarmado se ha enfrentado a un invasor a pecho descubierto sin temor alguno a perder la vida. ¡qué cojones tenían, aquellos sí que eran españoles! Esto definitivamente no es España.

¿Cómo reaccionó el capitán Martín Cerezo en Filipinas ante la presión del hambre, la superioridad del enemigo y la certeza de la derrota ante las suculentas ofertas de rendición que le ofrecían dinero y salvoconducto para España? No se rindió nunca, y aún hoy en West Point explican a los cadetes esta hazaña como ejemplo de compromiso con las órdenes recibidas.

Vaya, me he salido del carril y ahora no sé volver al tema, ¿de qué hablaba? ¡Ah sí de los nuevos héroes de este país! de la familia Bardem, de Penélope, de la Juani, Belén Esteban, Dinio Pajín, Bibiana Andersen, de esos…

Financiación de la tv pública

¡QUE SUFRAGUEN ELLOS!

Sí, ellos, los que irrumpen en las peluquerías atraídos por la música de un transistor, los que detienen autobuses para ver si llevan televisores, los que graban secretamente en las bodas, sí, esos mismos que asaltan a una madre angustiada por la vida de su hijo para amenazarla con hundir su única tabla de salvación, esos mismos, esos hijos de puta, esos SGAE de mierda, ¡qué paguen ellos!

Ahora resulta que para sufragar los fastuosos gastos de la caprichosa y cuestionable TV pública el Gobierno pretende implantar un canon a los operadores de telecomunicaciones (mucho les gusta a los socialistos generar cánones indiscriminados). Así que ahora, entre todos los paganinis de esta península que ya es una estercolera, y que aprovecho para subrayar, una vez más, que España ya no existe como tal, así que dejen extinguirse en paz a esta antigua y noble cuna y patria de héroes y santos, ¡coño!. Entre todos los paganinis de este país, decía, debemos pagar otro canon más para mantener el esperpento de una tv pública, verdadero lupanar para príncipes.

Y digo yo, ¿por qué no lo paga la SGAE? (sí, sí, me refiero a los hijosputas esos que van de artistas y no son más que una ralea de mangantes con mucha caradura)
Ellos son los que sacan tajada de la Tv pública, ellos cobran sustanciosos dividendos por la emisión de programas chorras, ellos son los que protagonizan la mitad de las “películas” basura que emite esa cadena por imperativo legal (¡viva la cultura libre e independiente!), ¡qué paguen ellos que son los que se benefician!
Pero cobrarme a mi, que no la veo NUNCA. ¡es el colmo!

Pero ya tragamos con la infamia del canon digital, así que también tragaremos con esta mierda.

Pero cómo ya dije antes: esto no es España, ni de coña. Si esto fuese España de verdad aquí se habría armado la marimorena. ¡Tiempos aquellos del Marqués de Esquilache! ¿Cuál había sido el motivo de aquella sublevación popular? Dicen que fue por una orden ministerial que ordenaba recortar los sombreros y las capas para evitar que nadie ocultase su rostro por las calles (algo que estaba de moda en aquellos tiempos, es cómo si ahora te obligan a poner una foto real y reconocible en el feisbuk). Y la que armó aquel pueblo honrado y valiente para defender sus derechos individuales.

¿Qué fue de las revueltas irmandiñas contra los abusos de una clase señorial que hacía de la justicia un saco de injurias y desfachateces obscenas? Todavía humean las ruinas de aquellos pétreos castillos con sus siniestras mazmorras.

¿Cómo reaccionó el pueblo cuando vio el suelo patrio pisoteado por las tropas napoleónicas? Nunca en la historia de una nación un pueblo desarmado se ha enfrentado a un invasor a pecho descubierto sin temor alguno a perder la vida. ¡qué cojones tenían, aquellos sí que eran españoles! Esto definitivamente no es España.

¿Cómo reaccionó el capitán Martín Cerezo ante la presión del hambre, la superioridad del enemigo y la certeza de la derrota ante las suculentas ofertas de rendición que le ofrecían dinero y salvoconducto para España? No se rindió nunca, y aún hoy en West Point explican a los cadetes esta hazaña como ejemplo de compromiso con las órdenes recibidas.

Vaya, me he salido del carril y ahora no sé volver al tema, ¿de qué hablaba? ¡Ah sí de los nuevos héroes de este país! de la familia Bardem, de Penélope, de la Juani, Belén Esteban, Dinio Pajín, Bibiana Andersen, de esos…