¡Tampoco hay que exagerar!

Está visto que uno ya no puede irse de vacaciones tranquilo. Diez días que me he ausentado recorriendo la cálida África tropical y al regresar me encuentro el tenderete tirado por los suelos, la Bolsa agitándose compulsivamente en una especie de danza ritual cuyos arcanos más ocultos sólo los conocen esas 28-30 Entidades en todo el mundo: abajo, abajo, arriba; abajo, abajo, abajo, arriba...

Menos mal que nuestro ministro de Economía Solbes ha tranquilizado los ánimos mucho con su hilarante frase de: "Tampoco hay que exagerar" Está muy bien eso de que en momentos de pánico salga un clown para hacernos reír un rato y tranquilizar así un poco a los pobres desgraciados que ven evaporarse sus ahorros.

En Manueconomic (y en 40 mil blogs más de todo el mundo) ya habíamos advertido la pinta de ...torta que tenía la Economía mundial y la Española en particular. Que no se trata solo del consabido tema de la BURBUJA INMOBILIARIA que tantos desastres y secuelas va a dejar todavía en nuestra sociedad; Es que también está el tema de la INFLACIÓN de la cesta real de consumo (no la del INE coño, hablo de la real: pan, azúcar, leche, cerveza, patatas, gasolina, etc); También está el asuntillo de pérdida de competitividad, pero eso ya da igual porque nuestro producto nacional por excelencia, la VIVIENDA, no se puede exportar, y tal y como están nuestros precios y nuestra moneda... pues que no, que no se va a vender (eso sí, los precios seguirán subiendo ligeramente por encima del IPC -Chacon dixit- ¡me troncho!)

Pero lo triste es que la cosa no tiene ninguna gracia, tras la senda de estos 2 "Jinetes del Apocalipsis" se arrastra jadeando el enorme, sangriento y descomunal FANTASMA DEL PARO, viejo lobo estepario deambulando por las ásperas mesetas de la nuestra península. Conocemos bien esta especie, a mi también me ha mordido en su momento, que tantos estragos hizo durante la época felipista (nota para mi mismo: recordarme que debo vengarme de todos los que votaron al PSOE durante esos 14 lastimosos años. Y mi venganza será votar al PSOE durante otros 14 años para sufran lo que sufrimos: contratos basura, paro, delincuencia, paro, inflación, paro, corrupción, paro ya), pero ahora que ya se le pretendía ver extinguido comienza a asomar sus orejas por el horizonte de la recesión.

Sin embargo no hay que dejarse llevar por el pánico "tampoco hay que exagerar" (jua, jua, qué bueno! Parece que ahora todos quieren emular al Rey con una frase de coña), todavía hay motivos para pensar que finalmente no habrá batacazo, todavía se puede frenar la crisis, moderar sus efectos. Pero mucho me temo que ello pasa por un ajuste duro y doloroso en el mercado. La otra opción, la fácil, es bajar los tipos y seguir tirando del carro a base de créditos, pero eso equivale a sobrecargar un barco que hace aguas, para cuando se hunda la reflotación será más ardua.

Mientras tanto voy a votar al PSOE, después de todo me apetece ver una película sobre el abuelo de Zapatero, sobre la madre de Almodovar (¿qué fue de ese genio del cine?), sobre los gays y las lesbianas, sobre las brigadas comunistas... para todo lo demás tranquilos que tampoco hay que exagerar.