El crepúsculo del ladrillo

El precio de la vivienda atrincherado ferozmente en sus altas posiciones, ahogado por la falta de demanda sigue negándose obstinadamente a descender a la cruda realidad. ¡No bajaremos jamás! pregonan altaneramente a los 4 vientos, pero el mercado sigue sin moverse, aguantando tercamente sus posiciones.

Esto parece ya una timba de póker, el farol consiste en hacer creer a los otros que el precio no bajará jamás, ¡pero esto es de locos! Se piensan que la gente no compra por la esperanza de que bajen y quieren eliminar esa esperanza...

¡Qué no, coño, no! No es la esperanza en la bajada la que fuerza el aplazamiento de la compra, es la CRUDA REALIDAD la que zanja el absurdo debate con su respuesta: el precio del ladrillo (no lo olvidemos: 0,54 céntimos en fábrica) ha alcanzado ya su máximo absoluto. Está en el Omega de la venta, la última subida de precios reales auspiciada por el euríbor ha situado la vivienda fuera del alcance de los usuarios.

La parte de la Demanda lo tenía claro:

"a estos precios no compro, necesitaría hipotecarme por 60 años y eso ya no es posible con ninguna Entidad Financiera"

Aquí interviene la ministra Chacón:

"Majete, si esperas evadirte de la compra huyendo hacia el alquiler, vas mal. Ahora mismo saco una bandada de nuevas ayudas directas y subvenciones encubiertas a los propietarios para que, si no pueden vender, al menos que se saquen una buena tajada con el alquiler"

Es una partida de póker bastante desequilibrada, por un lado están los oferentes encaramados a la burbuja, a su lado los financiadores de la burbuja, y detrás el Gobierno protector temeroso de que las consecuencias económicas provocadas por un estallido de la burbuja causen una verdadera masacre electoral entre sus filas. Del otro lado está el demandante de vivienda, solo, y obligado por la acuciante necesidad de encontrar una vivienda para su familia.

Pero no importa todas las trampas que haga el Gobierno, no importa todas las facilidades que ofrezca la Banca, no importa todos los muebles de cocina que regalen los vendedores, el nivel de precios se ha hecho inalcanzable. Los compradores potenciales están mejor informados que sus antecesores y no van a picar tan fácilmente, no hipotecarán el resto de sus vidas para lograr una vivienda donde sea y al precio que sea, no. Jake Mate, Game Over, The End, Fin. El juego ha terminado y se avecinan tiempos de pérdidas y rechinar de dientes

Pero la culpa no es de los constructores. Ellos hacen su trabajo y crean un bien material útil para la sociedad ¡mis felicitaciones!

La culpa no es de de los promotores. Ellos cumplen una función vital en nuestra sociedad, y gentes como Francisco Hernando Contreras (alias "El Pocero") promueven el acceso a viviendas dignas para cientos de familias, llevando la urbanidad y el desarrollo a páramos desolados de la estepa manchega. Creo que por sus humildes orígenes y su vehemente vanidad ha sido objeto de odio y escarnio injustificado, pero él no es culpable de la situación, sino uno de los que lo intentan remediar increntando la oferta ¡Bravo Don Pocero!

La culpa no es de los dueños de los terrenos, ellos venden al precio que dictamina el mercado y mientras alguien se lo pague... No, la culpa no es de ellos, hacen lo que deben hacer y punto.

La culpa, si me apuran, tampoco es de los políticos corruptos. No es que hagan lo que deban hacer, no. Son corruptos y merecen la denostación y el desprecio social, que del resto ya se encargará la Justicia (resoplo), pero sólo son meras cucarachas que se aprovechan de la situación

La culpa, por ende, tampoco es de los planes urbanísticos, por mucho que se me quejen los promotores. Creo en la bondad de sus intenciones... Bueno, mejor, lo dejo ahí, simplemente pienso que no son culpables de la burbuja.

Tampoco son culpables los Bancos... Bueno, en parte sí, son culpables porque han ido alimentando la burbuja dando cada vez más facilidades para financiarla, a 30, a 40, a 50 años, con contrato estable de trabajo, sin contrato, en blanco, en negro... Para la Banca no importa el color del dinero ni la situación patrimonial (¡y dicen que en España no hay hipotecas de riesgo! ¿Qué entenderán por hipoteca de riesgo?). Se benefician como los demás pero yo no los consideraría responsables directos aunque si colaboradores necesarios.

¿Quiénes son los principales culpables entonces?

Contestaré formulando 5 simples preguntas:

1. ¿Qué valor aporta el ESPECULADOR en el mercado inmobiliario?
2. ¿Qué intención tiene ese que compra 6 u 8 viviendas sobre plano?
3. ¿A costa de cuántas familias necesitadas de vivienda pretenden estos especuladores hacinar su fortuna?
4. ¿Cuánto dinero defraudan a la Hacienda Pública con sus "negocios"?
5. ¿Qué aporta un especulador inmobiliario a la sociedad?

Hay un especulador infame en la oficina colindante con la nuestra, es un tipo feo turbio y gris. En el ascensor discutió conmigo:

- Los de Manueconomic sois unos hipócritas, vosotros sois los primeros especuladores de este país, ¿qué hacéis con las acciones de Telefónica sino especular salvajemente?

- Señor especulador inmobiliario, entérese bien: las acciones de Telefónica no son bienes de primera necesidad. No son imprescindibles para la gente, de hecho nadie las necesita para vivir y será por ello que la Constitución Española no las ampara expresamente como hace con la vivienda. En definitiva señor especulador, nosotros hacemos negocio (o lo intentamos) sobre las expectativas de negocio de otros especuladores como nosotros, pero usted hace grandes negocios a costa del sufrimiento y el sacrificio de muchas familias cuyos hijos ya no tendrán el futuro tan fácil porque usted se lo ha hipotecado todo con su insaciable y lujuriosa avaricia. ¡Marrajo! ¡Te enriqueces con el pan de los obreros! ¡Defraudador, corrupto, sanguijuela, pedazo de ectoplasma carnívoro, cefalópodo peludo, bicho...!

Se bajó del ascensor 4 plantas antes de llegar a la nuestra, se me escabulló justo cuándo le iba a cantar las 40 a este pirata ostrogodo de los ... ¡habrase visto! ¡criminal, delincuente, inmoral!

Y yo que venía con ganas de contar lo del precio de la leche. El próximo día sin falta que ahora estoy en Roma asistiendo a la beatificación de una hermana de mi abuelo que era monja.

¡Un saludo desde la capital del Imperio Romano!

Manu